“Ebrio”, “curao”, "raja", “borracho”, “embriagado”, y “beodo” son algunos típicos nombres, con los cuáles se nombra a la gente que bebe más de la cuenta. “Beodo” es la palabra que más me gusta, sobretodo por su origen, ya que se trata de una abreviación del latín “veodoble”, palabra que, en su complejidad etimológica, grafica el resultado de la ebriedad.
Jajajaja, no, eso es mentira. Gracias al que creyó en mi completísimo análisis.
¿Se han dado cuenta de los fenómenos que ocurren en el cuerpo de un ebrio?... He recopilado información y he hecho alguna que otra salida a terreno, como lo que acontecio hoy, con uno de mis buenos amigos. Gracias a esto, puedo llevar a cabo una descripción del proceso físico y psicológico por el que pasa una persona borracha.
Comenzando, la reacción de la ingesta alcoholica de un individuo, varía dependiendo de distitntos factores, siendo el más común el "aguante" de la persona o la resistencia etílica, además de la cantidad de alcohol ingerida, el tipo de etil y la "mezcla". Sabiendo que entre más variada, y más rápido, mas destructivo es el proceso de alcoholización.
Luego de las primeras dosis de alcohol, el sujeto tiene dos opciones: o dormir o seguir la ingesta impetuosa. Otros, comienzan a sentirse más alegres. la gente se ve cada vez más linda… Una clásica relación, muy conocida por todos es “¿Con cuántas piscolas pasa piola?”. Típico.
En otros casos, continua la euforia y, dependiendo del tipo de evento social, surge la creatividad para inventar pasos de baile, se pierde la vergüenza y se hacen comentarios y chistes que en otros escenarios no se harían por ningún motivo; desaparecen las inhibiciones y aumenta la sensación de ser “Dueño del mundo y todopoderoso/a”. Al respecto, puedo contarles que una noche en una amiga inventó un baile muy particular, “el baile de la momia”, que no tiene relación alguna con la conocida canción de la momia que baila porque está de novia. Consiste simplemente en avanzar al ritmo de la música, levantando bastante las piernas y pisando con delicadeza, como si uno estuviera caminando sobre huevos (eso le da un estilo sensacional), con el cuerpo hacia atrás y los brazos estirados hacia delante. Espectacular… Absolutamente ingenioso e incluso erótico, exotico… Mató... Luego de eso, mi amiga me contó que era un sutil técnica para mantenerse de pie. Pero bueno, ahora que ya lo saben, pueden practicarlo para mantenerse en pie pasando piola... Todos pensarán que... “Ha - na - cido un nuevo esti - lo de baile… Y - yoo… - No - lo - sabía”. :)
Pasando a un tema más álgido, hay personas, en las cuales el alcochol actua como un factor depresor, Los celulares comienzan a salir mágicamente de los bolsillos.Las llamadas a “exes”, “amiguis con ventaja” y “pinches”, con confesiones tristes y desesperadas como “Aun no puedo olvidarte… Te aaaaa… moooo” o con preguntas tales como “¿todavía me querí?”obviamente pronunciadas con un elegante acento. "Sin que vaya a caaashar que essstoy copetiao/a” (lo digo por experiencia de un cercano).
Continúa el carrete, cagadas van… cagadas vienen… hasta que todo se acaba… El carrete llega a su fin.
La llegada al “hogar” a veces puede ser un proceso complejo, sobretodo para lso buenos amigos, que se hacen cargo del "bultito beodo", Que no le achuntan a la llave, que chocan con las paredes... Uffff. Después el paso por la cocina, buscando algo con que alimentar "la guatita", la botella de agua y el balde o la bolsa colgando de una oreja de la cama. Esa es la manera más clásica y conveniente de tener un sueño semi-reparador. El desafío siguiente es sobrevivir al día después. A la “caña”, la “mona”, el “hachazo”; El estómago está revuelto y no se puede comer nada o, por el contrario, la necesidad de consumir carbohidratos, azúcares y grasas tóxicas es prioritaria. Y de pronto… sobreviene el recuerdo de la noche anterior, en forma de flashbacks que se apoderan de la mente aportando al malestar físico una sensación de vergüenza, pudor, arrepentimiento, "plancha". en fin… La caña moral o, como la ha definido acertadamente mi amiga , “La Depresión Post-Party”.
Y finalmente la típica frase... "NO TOMO MÁS"
Jajajaja, no, eso es mentira. Gracias al que creyó en mi completísimo análisis.
¿Se han dado cuenta de los fenómenos que ocurren en el cuerpo de un ebrio?... He recopilado información y he hecho alguna que otra salida a terreno, como lo que acontecio hoy, con uno de mis buenos amigos. Gracias a esto, puedo llevar a cabo una descripción del proceso físico y psicológico por el que pasa una persona borracha.
Comenzando, la reacción de la ingesta alcoholica de un individuo, varía dependiendo de distitntos factores, siendo el más común el "aguante" de la persona o la resistencia etílica, además de la cantidad de alcohol ingerida, el tipo de etil y la "mezcla". Sabiendo que entre más variada, y más rápido, mas destructivo es el proceso de alcoholización.
Luego de las primeras dosis de alcohol, el sujeto tiene dos opciones: o dormir o seguir la ingesta impetuosa. Otros, comienzan a sentirse más alegres. la gente se ve cada vez más linda… Una clásica relación, muy conocida por todos es “¿Con cuántas piscolas pasa piola?”. Típico.
En otros casos, continua la euforia y, dependiendo del tipo de evento social, surge la creatividad para inventar pasos de baile, se pierde la vergüenza y se hacen comentarios y chistes que en otros escenarios no se harían por ningún motivo; desaparecen las inhibiciones y aumenta la sensación de ser “Dueño del mundo y todopoderoso/a”. Al respecto, puedo contarles que una noche en una amiga inventó un baile muy particular, “el baile de la momia”, que no tiene relación alguna con la conocida canción de la momia que baila porque está de novia. Consiste simplemente en avanzar al ritmo de la música, levantando bastante las piernas y pisando con delicadeza, como si uno estuviera caminando sobre huevos (eso le da un estilo sensacional), con el cuerpo hacia atrás y los brazos estirados hacia delante. Espectacular… Absolutamente ingenioso e incluso erótico, exotico… Mató... Luego de eso, mi amiga me contó que era un sutil técnica para mantenerse de pie. Pero bueno, ahora que ya lo saben, pueden practicarlo para mantenerse en pie pasando piola... Todos pensarán que... “Ha - na - cido un nuevo esti - lo de baile… Y - yoo… - No - lo - sabía”. :)
Pasando a un tema más álgido, hay personas, en las cuales el alcochol actua como un factor depresor, Los celulares comienzan a salir mágicamente de los bolsillos.Las llamadas a “exes”, “amiguis con ventaja” y “pinches”, con confesiones tristes y desesperadas como “Aun no puedo olvidarte… Te aaaaa… moooo” o con preguntas tales como “¿todavía me querí?”obviamente pronunciadas con un elegante acento. "Sin que vaya a caaashar que essstoy copetiao/a” (lo digo por experiencia de un cercano).
Continúa el carrete, cagadas van… cagadas vienen… hasta que todo se acaba… El carrete llega a su fin.
La llegada al “hogar” a veces puede ser un proceso complejo, sobretodo para lso buenos amigos, que se hacen cargo del "bultito beodo", Que no le achuntan a la llave, que chocan con las paredes... Uffff. Después el paso por la cocina, buscando algo con que alimentar "la guatita", la botella de agua y el balde o la bolsa colgando de una oreja de la cama. Esa es la manera más clásica y conveniente de tener un sueño semi-reparador. El desafío siguiente es sobrevivir al día después. A la “caña”, la “mona”, el “hachazo”; El estómago está revuelto y no se puede comer nada o, por el contrario, la necesidad de consumir carbohidratos, azúcares y grasas tóxicas es prioritaria. Y de pronto… sobreviene el recuerdo de la noche anterior, en forma de flashbacks que se apoderan de la mente aportando al malestar físico una sensación de vergüenza, pudor, arrepentimiento, "plancha". en fin… La caña moral o, como la ha definido acertadamente mi amiga , “La Depresión Post-Party”.
Y finalmente la típica frase... "NO TOMO MÁS"
